Cómo todos saben, Francisco J.Cebollero, se vendía en un escaparate como se venden los zapatos. Vendía sus cualidades de Economista joven y decidido al mejor postor de su vidriera, o a la mejor de las oportunidades que llegasen de Internet. Buscaba empleo.
El absurdo estaba servido. La Juventud en España, los desempleados, recurren a medidas desesperadas para encontrar un empleo, pura supervivencia. Algo había que hacer. Y estoy con él.
Nadie podrá decir nunca que Francisco no haya tenido valor, espíritu, agallas, para hacerse valer, llamar la atención sobre su estado desempleado. Y la duda es, si las empresas españolas han mostrado interés en un valor deseable en cualquier empleado como: «decisión», «voluntad de cambio», «ganas de trabajar». La respuesta es casi categóricamente «no». Así lo dice el propio Francisco en su blog, o se intuye de una colección de ofertas raras, falsas, engañosas, y apenas un par de ofertas firmes que, atención, son de Latinoamérica.
La sorpresa viene porque los que sí han sabido encontrar la noticia y buscar audiencia son las televisiones y periódicos de medio mundo. En un mes la repercusión en Internet era enorme. «Un hombre se vende en un escaparate para encontrar empleo», y otros títulos idénticos. Entonces, ¿cómo es posible que Francisco no haya encontrado una oferta seria en España con semejante viralidad informativa?
¿Francisco ha cometido errores en su campaña de Marketing personal, o las empresas están tan mal que no pueden permitirse contratar a Francisco? ¿No es suficiente estímulo para una empresa tener en sus filas una Marca de Marketing Viral que le permita renombre en Internet? Un caso parecido lo aprovechó la empresa creativa Mil Vueltas al contratar a Cecilia, autora del Ecce Homo. Así que, resumiendo, quizás sea un poco de todo.
Sólo con el ánimo de aprender para hacer las cosas mejor, bien pensadas, y nunca como oportunista de rapiña sobre Francisco, comento lo que pienso y cómo quizás, una vez lanzada la Campaña Viral, debería continuar creando su Marca Personal. Como digo, el valor de Francisco como persona valiente, creativa, y decidida, es innegable.
* Tirarse a la piscina con traje y corbata en su Vídeocurriculums es llamativo. Y si este era el punto más fuerte para captar la atención, el resto del vídeo debería haber girado sobre esta idea. Ir soltando su Currículum mientras se asocia la idea de que tirarse a la piscina es precisamente lo que está haciendo al crear una Campaña Viral en Internet para que «me emplees», hablándole a la cámara en primer plano corto.
* En un VídeoCurriculums leer textualmente el Cv en papel no aporta más que conocer a la persona leyendo. Es mejor «dramatizar» las cualidades del Candidato.
* Sin entrar en el diseño de su Blog, o haciendo ver que lo más importante es lo que cuenta, siendo ilustrado en económicas, tiene una oportunidad de oro para demostrar lo que sabe creando opiniones sobre su tema, aportando soluciones a empresas reales o ficticias. Y con la repercusión de su caso, seguro que más empresas habrían mostrado interés.
* Hablar sólo de la evolución de su campaña no es suficiente. Y la reputación cae cuando se entra al Blog por la viralidad y se descubre que el blog no se actualiza con frecuencia.
* Me llama la atención que en su cuenta de Twitter sólo le siguen poco menos que 100 personas, y él no sigue a nadie. Esto es un error. Es como decir: cree la cuenta a ver qué pasa, lo mismo que decir: inconsistencia o nada que aportar.
* Quizás su Twitter tiene que ver con la poca creación de contenidos en su blog, o la poca aportación de ideas, por lo que, a pesar de su repercusión, los tuiteros entienden no seguirle.
Espero que este post te aporte energía para continuar y mejorar. He dicho en otras ocasiones que estar en Internet es una responsabilidad, según te muestres se te valorará. Y si eres un candidato dispuesto a hacer lo mismo, crear una Campaña Viral original, adelante y ánimo. Sólo piénsalo bien, cómo si estuvieses jugando Ajedrez. 😉
UPDATE POST
La reacción de Francisco ha sido inmediata, y ha publicado su «Puesta al día» para recomenzar, con la mira puesta en nuevos horizontes.
