Podría escribir este texto para ilustrar el concepto: «Puertas Abiertas en la Hoya de Huesca», como reclamo de turismo, para encontrar a ese turista esquivo de las historias más auténticas de Aragón por desconocimiento o inapetencia, o por el contrario, encontrar al turista que justo busca historias del pasado además del ocio.
Pero no. Escribo este texto porque Mó, una chica sencilla y vivaracha, con un contagioso entusiasmo pone de su parte para que la Hoya de Huesca tenga abiertas sus puertas, en especial, las de los principales reclamos turísticos del pueblo de Agüero:
Iglesia del Salvador
Iglesia de Santiago
y el Museo del Órgano
El pueblo en sí mismo vive a los pies de los Mallos, y los Mallos mismos, también son reclamo turístico. Pero no tienen puertas que abrir para apreciar su magnificencia. Algo positivo.
El patrimonio histórico aragonés está repleto de restos románicos de la antigüedad, y de huellas árabes en forma de edificios y arte arquitectónico.
La Iglesia de Santiago entre el siglo XI y siglo XII es uno de esos edificios de estilo románico, del que poco se sabe, o del que algo se intuye buceando en Internet, cosa que hizo Mó para ofrecer la mejor información posible como guía turística de una cultura desconocida, no sólo por ella.
La Iglesia de Santiago en Agüero, no es una ermita, es una Iglesia inacabada, quién sabe porqué. Tiene de especial entre otras cosas una amplia iconografía tallada en sus columnas, caras, animales fantásticos, ramas, plantas, y un mono que toca el arpa.
Un día llegó un turista de propio, con un libro bajo el brazo, sólo para ver y asegurarse de que existía el mono que tocaba el arpa, al parecer recurrente o raro en la imaginería romana, dice Mó. También, en estos días de Puertas Abiertas he descubierto que la Iglesia de Santiago es uno de los edificios más buscados para ver en Agüero.
La Iglesia del Salvador se encuentra en el centro mismo del pueblo, como punto de partida de la vida social, y como punto de retorno.
Preside la puerta principal de la Iglesia del Salvador una imagen del Pantocrátor (el que todo lo puede) rodeado del Tetramorfo o evangelistas en sus 4 formas: león, toro, águila y ángel.
La visita a la Iglesia del Salvador incluye algo curioso, subir hasta lo alto de la torre del campanario y hacerle compañía por un rato a las palomas que allí viven. También la visita a una cripta en el sótano de la Iglesia, y de paso, visita al museo del Órgano, por excelencia el instrumento de las misas.
Las Puertas Abiertas de los monumentos de Huesca están abiertas hasta finales de Agosto. Una iniciativa cultural que gente como Mó hacen posible por unos honorarios mínimos.
Agüero el pueblo, tiene algo especial que atrapa a Mó, y a todos los que tarde o temprano pasan por allí. ¿No crees?