El Arca Rusa, 2012, es un experimento fílmico con una puesta en escena soberbia. Casi 2 horas sin cortes en la grabación. Más de 2000 extras, 3 orquestas, 33 salas del Museo Hermitage, y una sincronización perfecta e increíble por el reto que supone empezar la película y no apagar la cámara hasta el final.