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El vídeo en Marketing de Contenidos, por qué es importante.

El vídeo en Marketing de Contenidos, por qué es importante.

A estas alturas ya sabemos que el Marketing de Contenido tiene muchos formatos. Los sitios webs o blog podrían considerarse por su diseño y estructura como el primer formato de contenido necesario para que una empresa esté en internet, de la mejor manera posible.

Así los sitios webs o blogs se convierten en el repositorio perfecto para almacenar, organizar y distribuir el resto de los tipos de contenidos diseñados en una estrategia de marketing de contenidos.

Si listamos algunos formatos de contenidos más usados podemos encontrar desde texto, podcasts, libros electrónicos, fotografías, documentos PDF en versión libros electrónicos u hojas técnicas, y como no, el rey de los contenidos: el vídeo.

No por gusto el Cine es considerado el Séptimo Arte y por tanto complejo de llevar a buen término. Como Arte, producir Cine implica conocimientos de narración y literatura para desarrollar la historia, conocimientos de fotografía y composición, iluminación, compresión de la psicología humana cuando se decide montar los planos en el proceso de Postproducción, conocimientos de música y sonido para decidir correctamente el estilo o estado de ánimo que la película necesita.

Facebook va perdiendo la cara

Facebook va perdiendo la cara

Más que la cara, Facebook va perdiendo protagonismo no sólo en Bolsa sino también en la gente de a pie, esas que son amigos de verdad y te los cruzas en la calle, charlas y tomas unas cervezas. De acuerdo, las fakes news tienen culpa.

En la conversación si sale el tema de redes sociales la mayoría opina que Facebook lo usa menos, sin añadir que los jóvenes, sus hijos,  o no están y nunca estuvieron por ser menores de edad, o se van a otras redes. Al final, como todo parece indicar, ¿quién se ha cargado a Facebook?

De acuerdo, las fakes news tienen culpa, pero también los propios usuarios por convertir la Red en un gallinero, un granero de paja sin cosas que mereciesen la pena ser vistas, o aprendidas. Sí, los usuarios mismos que se fueron alejando de la amistad que les unía a otros para intentar vender a esos y a muchos. Si estás en un lugar para charlar y pasarlo bien, lo último que quieres es que ese amigo te venda algo. Una vez pasa, pero años haciendo lo mismo, todos aquellos que pudieron, cansa, aburre y desvirtúa al menos la razón de ser de Facebook, encontrar amigos y tenerlos cerca. Por supuesto, Mark se ha pasado de la raya vendiendo el alma.

Por supuesto, Mark se ha pasado de la raya vendiendo el alma. Y claro que tenía todo el derecho del mundo en monetizar su plataforma, faltaría más. Pero como digo arriba, ¿cómo vendes algo a alguien que espera estar en un sitio que a priori no es para comprar? Supongo también que la gente se ha cansado de ser conejillos del mercado, según usas la Red así te vendemos.

Por otro lado, soy un súper fan del contenido web de calidad. Y siempre me ha parecido mal poner puertas al campo, o crear un coto cerrado dentro de la Red. Si era privado porque la gente hablaba y se relacionaba dentro, dejó de serlo cuando las empresas se metieron por el medio, y escuchaban todo lo que hacías. La consecuencia son varias. Los grandes contenidos se pierden en un timeline infinito, publicar cosas parecidas en varias redes sin dudas triplica el trabajo, y los contenidos no estarán disponibles a otros fuera de la red.

Crear una red interna dónde para enterarte de algo o buscar información no hay otra manera de hacerlo que entrar dentro, va contra la lógica de Internet de acceso libre a la información, y va en contra del posicionamiento SEO de los contenidos de las empresas y hasta de las propias Marcas. De hecho, Google no indexa lo que esté en un coto cerrado. Claro que además hay guerras comerciales entre los grandes y unos impiden cosas al otro y viceversa, pero pretender crear un Internet aparte, cerrado, exclusivo, y con conejillos de indias a disposición de las Marcas y los Gobiernos, es mucho desear. Y la gente, con sentido de esto o no, cada vez usan menos Facebook. Sí, sé que también nos estudian por otros lados, y lo sabemos, por ejemplo con el remarketing, “esa zapatilla que te persigue por todo internet” sólo cuando preguntaste online un día que no diste importancia, sobre el color de los zapatos del aquel famoso.

Cuando los mensajes de las empresas invadieron los timelines de los usuarios y era demasiado, Facebook inventó las páginas de empresas para, supuestamente, condensar allí los contenidos empresariales. Error. Decir “Me gusta” a una página de empresa es absurdo, excepto que sea súper fan, y realmente me estuviese planteando comprar algo. Siempre pienso esto: ¿a cuántas páginas de empresas has dicho me gusta? ¿a cuántas has visitado de propio para enterarte de cosas, o comprar?

En fin, por todo esto, yo creo que lo único fiel a uno mismo y que sea representativo de quién eres, marca, empresa, o persona, es tu página web. Y sí, las redes sociales son buenas y muy interesantes mientras mantengan su razón de ser.

Como yo mismo he cometido errores en Facebook y veo como está la Red, he publicado este texto a mis amigos que replico en este post, con la esperanza de recomenzar en Facebook y hacer que muchos seguidores se pasen a las redes que les interesen según el tipo de contenidos que publico.

Facebook: cuando a todo dices Me Gusta

Facebook: cuando a todo dices Me Gusta

Uso la principal red del mundo, como todos. Pero cada vez más, prescindo de las interacciones «Me gusta» a las que parece que estamos condenados al usar Facebook, como algunos. La idea de conectar gentes a distancia es genial, y en mi caso me ha permitido conocer la vida, casi vivirla diría, de mis amigos que hace más de 20 años no veía, ni sabía qué pasaba con ellos. Eso es lo que más valoro.

Pero, ¿qué pasa cuando a todo dices «Me gusta»?

Eso fue lo que hizo un señor llamado Matthew Honan, reportero de Wired, una de las principales revistas online de tecnología del mundo anglosajón.

Conozco la noticia porque alguien lo compartió en mi timeline de Twitter. Sigo la pista, y el artículo en español lo firma pijamassurf.com, interpretado del original en Wired.

Todos sabemos, o deberíamos, que Internet, y por tanto Facebook, está plagado de robots y algoritmos que intenta sacar conclusiones de nosotros, lo que hacemos, y lo que decimos. Es más, intentan predecir lo que haremos basados en nuestros gustos. Esta información es vital para las campañas políticas y de publicidad. Además, es la información que extrae Facebook para vender a las empresas, envuelta en una especie de eficiencia publicitaria, «ya que sé quiénes son tus clientes y lo que quieren, soy el mejor medio publicitario».

Y así es.

Honan, durante 2 días, 48 horas, dijo a todo lo que aparecía en su muro «Me gusta». En breve, todo su muro se convirtió en un folletín publicitario de Marcas y productos, lo que viene a decir que el sencillo click «Me gusta» es un voto directo a la Marca, y una forma de advertirle que te interesaría comprar sus productos, o sea, Facebook decide. Los algoritmos de Facebook potencian eso con el resto de los datos de navegación cada vez que inicias sección en el navegador, vayas por donde vayas, aunque estés fuera de Facebook. La sensación de vigilancia es total.

Sabemos que nos vigilan porque el resultado es visible: «toneladas de anuncios publicitarios según lo que hemos hecho en Internet». Pero, ¿y los gobiernos? Nos vigilan, claro, nuestros gustos y opiniones al decir «Me gusta», peros sus anuncios aparecen en períodos electorales, de momento.

La editorialización de la Red

¿Qué significa «editorializar»? Piensa en un periódico cualquiera. Toda la información que el periódico publica está editorializada por alguien decide qué publicar o no. Es lógico, si pensamos en las miles de noticias que existen por día, y en el espacio finito para publicar.

El problema viene cuando ese «alguien» decide que casi todo son noticias de derechas, de izquierdas, de deporte, amarillas, moda, etc. O, faltando a la realidad objetiva periodística decide que lo más relevante del día afecta a sus intereses y no lo publica, o lo enmascara, o lo simplifica. Esto se llama «censura» o «sesgo».

Con el experimento de Honas queda demostrado que Facebook editorializa tu muro según tus gustos de una forma automática, como un robot. Es decir, tú mismo «editorializas» lo que te interesa ver, conocer, aprender, o comprar. El problema que veo de que un robot haga este trabajo es que de alguna manera tu muro se vuelve endogámico, aburrido, sin aire fresco.

Por ejemplo, si a todo lo que aparezca del planeta Marte digo «Me gusta», en mi muro prevalecerá dicha información, haciendo, sin que quiera de verdad, alejarme del planeta Tierra. Ahora, traslada esta idea a cualquier signo político, Marca, o Producto. Lo que pienso es que decir «Me gusta», tal como está planteado el sistema, coarta la Libertad de conocimiento y aprendizaje, y hasta de opiniones de todo signo.

Como digo, lo que debería ser una interacción humana natural, con sus matices, libre, lo decide un robot. Por eso además, estoy en contra de muchos de decir a todas las páginas que te invitan «Me gusta». En primer lugar, porque no todo me gusta, y porque no tiene sentido acumular páginas que jamás volveré a entrar si no me interesa de verdad.

Encima, todo eso sirve como vemos, para que se enrarezca aún más tu muro y la sobresaturada página de Facebook, y para que otros (con los que no comulgas) se aprovechen de tu noble hacer.

Conceptos básicos de Twitter para recién llegados

Conceptos básicos de Twitter para recién llegados

Las fotos en Twitter también admiten filtros fotográficos como Instagram. Hay que saber que por regla general existen filtros fríos y cálidos.

Luces y Sombras de Instagram

Luces y Sombras de Instagram

En posts anteriores he hablado sobre Instagram, su evolución y utilidad. He comentado por ejemplo el sobreuso de los filtros, o la competencia que tienen las redes sociales cuando se trata el concepto «fotografía».

Comenté que había instalado Instagram en el móvil LG 610, lo usé, y lo desinstalé porque lo vi aburrido. Pero he vuelto a instalarlo para conocerlo más.

En primer lugar ha ocurrido un error de entendimiento entre la aplicación y el móvil. La aplicación bloquea al móvil cuando usa la cámara. Así que para poder subir fotos a Instagram, primero tomo fotos en el móvil dejando que sea este quien mande. Luego, busco la foto y la comparto en Instagram.

Este error me ha hecho caer en la cuenta que hay más facilidades creativas con la aplicación del móvil que con la aplicación de Instagram, porque en el móvil puedo modificar a mi gusto:

  • Luces
  • Luces altas
  • Sombras
  • Temperatura del color
  • Saturación
  • y además, tiene efectos predefinidos como el «Proceso Cruzado», muy usado en los filtros de Instagram.
  • O añadir ruido, o simular un gran angular con el efecto «ojo de pez».

En Instagram sólo puedo seleccionar algunos de los más de 20 filtros, quitar y poner marcos, difuminar el enfoque, y poco más.

Tener muchas opciones de filtros más que una ayuda lo veo un problema porque los filtros tienen nombre raros que no advierten fácilmente qué se pretende. Por ejemplo, para decidir cómo dejar la foto final es probable que pruebe muchos filtros antes de decidir.

Otro problema que no me gusta nada es dejar siempre la foto en recorte cuadrado, 1×1, por obligación. Los que saben de fotografía dicen que el formato cuadrado es uno de los más difíciles para crear sentido en composición.

Si tomo la foto con el móvil componiendo para 16:9, en vertical casi siempre, al subir la foto a Instagram ya sé que la foto puede perder efectividad. Lo más positivo de Instagram es lograr la inmediatez de la foto en cualquier lugar y momento para compartir en Internet y a su vez en otras redes. Y las limitaciones técnicas de la cámara del móvil por un lado, y las limitaciones de edición en Instagram por otro, hacen que lograr buenas fotos sea realmente un proceso creativo formidable. Es como un constante ejercicio para lograr la mejor foto posible en las peores condiciones.

He revisado la red Instagram y la verdad que he visto fotos magníficas. Sorprende lo que puede dar de sí la creatividad de la gente. Es increíble!

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De la publicidad a la intertextualidad

De la publicidad a la intertextualidad

La comunicación on-line proporciona una perspectiva más poliédrica de la identidad y valores de su empresa. El viaje del mensaje en las redes sociales y los canales multimedia actúa como el juego de lentes de una cámara, un laberinto de espejos. Salvando las distancias, trasladamos la web de nuestra búsqueda de ocio y entretenimiento, de información, debate o aprendizaje.

Para cada uno de esos ámbitos, las redes y canales web constituyen el escenario de interacción de los nuevos ciudadanos y consumidores. Son más libres y con mayor capacidad de influencia, reconocidos como prosumers. El IV estudio de las redes sociales en España desarrollado por Iab Spain Research analiza las motivaciones de uso, apuntando a la visualización de contenidos como la principal actividad de los internautas después de la relación con los contactos.

En cuanto a la comunicación empresarial, la obtención de beneficios en forma de ofertas o promociones, junto con la información sobre la marca son las principales motivaciones para su seguimiento en las redes. El acceso desde dispositivos móviles ha resultado en un aumento del uso cotidiano y en un creciente interés por el acceso a las mismas.

Información que deberemos tener muy presente si queremos configurar y gestionar comunidades amigables que, promovidas por una firma o compañía, aporten valor para el usuario. Serán aquellas que sepan responder a esas motivaciones. Entendidas como una extensión de la presencia off line y como un modelo comunicativo en el que los internautas aportan un valor añadido a la comunicación de la empresa. Feedback que tomará la forma de promoción, crítica, ventas o información acerca de la proyección futura de su negocio.

La presencia 2.0 es una invitación a la acción, de lo contrario significaría un fracaso desde el punto de vista comunicativo. Los mensajes evolucionan a través de la interacción con los públicos que, desde distintas ópticas e intereses, son grandes generadores de contenidos.

La lectura y el contenido

La victoria del contenido radica en las múltiples lecturas, no queda exclusivamente en manos de la emoción. Está en el contexto individual y colectivo, en la opinión pública y sus propios valores.

Sirva como ejemplo el hecho de que ediciones de gran factura técnica, avaladas por marcas de prestigio, han perdido competitividad en el nuevo entorno. Me refiero a la reciente venta de Lonely Planet. O cómo vídeos de brillante factura técnica constituyen un descalabro informativo. Desde hace años FACUA deja en manos de los consumidores la elección de los peores anuncios del año.

Así vemos que el eco social, aún cuando tiene una repercusión aparentemente negativa, actúa sobre el recuerdo de marca.

En el extremo contrario, este mes de marzo mostró cómo un buen trabajo creativo puede ofrecer resultados positivos inmediatos y globales, tanto en las redes sociales como en otras plataformas virtuales como en medios de comunicación tradicionales. La productora Factoria sintetiza para las audiencias la experiencia del viaje. Sinónimo de lo efímero, de la emoción o asombro que provocan paisajes y paisanajes. Esta realización ha reportado una gran fama para sus creadores. Cabe preguntarse si también influirá en el turismo de las regiones que recorre el documental o bien llevará la atención sobre otras cualidades que aportan sentido a una forma diferente de viajar.