Themroc para adultos y objetores de conciencia
En 1973 el director francés Claude Faraldo firmó una de las películas más locas y raras de la historia del cine: Themroc.
Si ya en 1973 la sociedad era como una cárcel, ahora en el año 2020 no sabemos a ciencia cierta qué es lo que hace la sociedad con nosotros. En cualquier caso, cuando las personas no ven salida, la solución pasa por el suicidio, lo más radical por supuesto, y desde luego la peor de las soluciones. Pero sucede.
Otras soluciones pasan por emigrar, meterse en una secta, abrazar a Dios, abrazar el ejército y tirar tiros, desfogarse, drogarse, así como hay quién abraza el sexo, la más dulce de las soluciones píldoras ante una sociedad que despoja al ser humano de su humanidad, sociedades modernas en la latitud que sea.
Themroc, interpretado por el actor Michel Piccoli, se rebela literalmente contra la sociedad que le ha tocado vivir. De la fábrica en la que trabaja, previsiblemente monótona y mal pagada, sale un día en total rebelión contra el estado, ninguneando las normas y las leyes. Salta, grita, y vaga por la ciudad en una catarsis, en introspección antropológica que lo convierte en un ermitaño gutural de las cavernas. Pierde la voz, gruñe, y su andar tosco y viril no discierne entre una mujer y su hermana pequeña. Mujer al fin y al cabo, para las sociedades modernas comete incesto, para la tribu de los hombres primitivos es sólo una mujer.

Para comer, un policía a la parrilla huele a brazas en el apartamento pobre que Themroc convirtió en cueva. El ejemplo de Themroc pronto cunde y prende como un virus, transmisible por el vecindario. El ideal (o brutez) y estado mental de la época de los hombres de Neandertal en pleno siglo XX.
La película está grabada con bajo presupuesto, pero la solución argumental es brillante para el poco dinero disponible: !no hay diálogo! Lo que los personajes cuentan, si es que cuentan algo, es ininteligible, no es comprensible. Esto afianza aún más la sátira mordaz que toda la película denuncia respecto a la sociedad francesa, es como una burla directa, a la policía, a la ley. La película vaga como Themroc, entre la estupidez y el absurdo.

Aún hoy la película funciona perfectamente como un azote a la sociedad, pero escenas de sexo y canibalismo la pusieron directamente en la categoría de filme prohibidos o dudosa calidad, como ocurrió en 1986 cuando el canal 4 del Reino Unido la publicó con un triángulo rojo, sinónimo de controversia, peligro, cuidado.

Pero la Cultura es eso. O, entre otras cosas, es eso. Una interpretación de la realidad, una ficción, un mensaje oculto que el autor narra a través de un medio, en este caso el Cine, pero la similitud de Themroc con Gregorio Samsa en el cuento clásico «La Metamorfosis» de Franz Kafka es más que obvia. Para bien o para mal, ambos escapan de su realidad y se sumergen en otra.
Reparto principal
- Michel Piccoli como Themroc
- Béatrice Romand como Hermana de Themroc
- Marilù Tolo como secretaria bien formada superior
- Francesca Romana Coluzzi como vecina
- Jeanne Herviale como Madre
- Patrick Dewaere como oficial de policía
- Coluche como vecino masculino
- Miou-Miou como el joven vecino